Comunicado 8 Agosto 2015 El Tiempo

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SINDICATO DE TRABAJADORES DE COPSERVIR LIMITADA

COMUNICADO A LOS ASOCIADOS Y TRABAJADORES DE COPSERVIR

Con ocasión de celebrar en este 2015, los 20 años de nuestra Cooperativa, Copservir, los trabajadores pertenecientes al Sindicato de Base y con Personaria Juridica bajo la resolución 01880 del 28 de septiembre del 2004, manifestamos que hemos pasado por momentos críticos, que han generado un particular impacto para los asociados, trabajadores y actividades comerciales y asociativas de COPSERVIR. El DAS, La Fiscalía General de la Nación, la Superintendencia de la Economía Solidaria y diferentes Unidades de Policía judicial, de manera continua y persistente, adelantaban diligencias de allanamiento y registro a las instalaciones de la Cooperativa en búsqueda de evidencias para consolidar, lo que después fuera el inicio del proceso de extinción del dominio.

La incertidumbre se apoderaba aún más en los trabajadores, cuando comprendían que el perfil de las acciones adelantadas por las autoridades era eminentemente policivo, sin tener en cuenta a la gente. El exceso de la fuerza y la actitud intimidante de las autoridades se convertían en una amenaza para la imagen de la Cooperativa, especialmente para sus trabajadores, clientes y proveedores. La gente de los puntos de venta y la ciudadanía no entendían la desproporción entre la inofensiva condición humana de los trabajadores, frente al despliegue de fuerza con que eran sometidas nuestras sedes administrativas y puntos de venta.

Todas las empresas, y la nuestra sin excepción, son demasiado sensibles a cualquier escándalo cuando se sugiere ilicitud en su objeto o causa; pero más aún, cuando se les relaciona directamente con situaciones delictivas, como ocurría en nuestro caso.

La cascada de riesgo que desencadenaba, uno tras otro, hacían presagiar un inminente colapso en la empresa, que comenzaría con la pérdida de confianza de los proveedores para atender las necesidades de los clientes y la imposibilidad de honrar sus obligaciones, incluidas las laborales, creándose un panorama de inseguridad institucional, para la empresa y de carácter personal, para los trabajadores y sus familias.

En COPSERVIR, nunca antes como en ese momento, se había vislumbrado siquiera la necesidad sindical, en el entendido que se trataba de una Cooperativa de trabajadores, a la vez gestores y administradores de su propia empresa. En suma, los asociados-trabajadores y empleadores conformaban la misma identidad dado que la administración que representaba el patronazgo indispensable para una relación laboral era ostentada por las instancias designadas por los mismos asociados y trabajadores. Es decir, que cualquier motivación que justificara la convocatoria laboral a conformar un Sindicato, no partía de la tradicional concepción de lucha de intereses entre el Patrono y los trabajadores, pues, como acaba de decirse, en el caso de Copservir, eran lo mismo.

Sin embargo, el miedo de los asociados no resultaba ilusorio. El 16 de septiembre de 2004, fecha en que fue tomada la Cooperativa por la Dirección Nacional de Estupefacientes, al inicio del proceso de extinción, su entonces director anunciaba ante los medios, que los directivos, ejecutivos y administradores de las droguerías serían separados de sus cargos ante el temor que pudieran alzarse con los dineros y pertenencias de los establecimientos que acababan de ser afectados con la medida cautelar de embargo y secuestro.

Así las cosas, la amenaza en contra del trabajo en Copservir, no provenía entonces, como en los modelos tradicionales de sindicalismo, del patrono; sino de un agente externo y ajeno a la relación laboral, que para el caso era el Estado Colombiano inspirado en presiones extranjeras.

Lo anterior, llamaba a gritos la inminente necesidad de echar mano de la herramienta sindical, para exponer ante la opinión pública la amenaza que se cernía en contra del trabajo y la empresa. Dicho de otra forma, no se trataba de una iniciativa sindical para luchar en contra de la Cooperativa y sus asociados; sino para exigir respeto al Estado que, como consecuencia del proceso de extinción, se convertía en un administrador foráneo y distante de los intereses de los trabajadores.

Es así como podemos recordar, las históricas movilizaciones desplegadas por ASOCOPSERVIR a lo largo de la geografía nacional con la emblemática frase: “QUE NOS DEJEN TRABAJAR”, la cual aún es recordada en muchas ciudades y cuyo registro subsiste en camisetas que guardamos y se repite en los videos institucionales.

Esa fue entonces la gran razón de ser de ASOCOPSERVIR y su primer gran triunfo, el cual, once años después le permite reclamar liderazgo y autoría en la defensa del trabajo, los aportes de los asociados y la empresa. En resumen ASOCOPSERVIR no fue concebida para casar pleitos entre los trabajadores y la administración, hacer huelgas o amenazar la viabilidad de la empresa con reclamaciones absurdas o desmedidas; sino para conservar la Cooperativa que hoy, pese a los riesgos existentes, mantenemos por fortuna.

Sin embargo la función de Asocopservir no se quedó simplemente ahí. Es así, como respetando la viabilidad financiera de la empresa y haciendo uso de un alto despliegue de su caracterizada actitud conciliadora con la administración de la Dirección Nacional de Estupefacientes y la superintendencia, logró triunfos importantes para el reconocimiento de derechos laborales y la formalización de beneficios, de forma que se incrementara la base salarial para consolidar e incrementar los derechos pensionales de los trabajadores.

Ese sindicalismo a ultranza, en el cual, los dirigentes fungían como rivales que desestimulaban y amenazaban la iniciativa empresarial como generadora de riqueza, productividad y trabajo, ha quedado atrás. Los sindicatos no deben acabar con las empresas en la cual puedan encontrar desarrollo y trabajo las próximas generaciones. El sindicalismo moderno, cuyo concepto comparte ASOCOPSERVIR, es el de propender por el trabajo, pero dentro de empresas sólidas y consistentes, en las cuales, dentro de un modelo de ecología social se preserve el trabajo para que éste no se convierta en un recurso agotable o escaso.

Siguiendo con esta concepción, ASOCOPSERVIR ha honrado su filosofía aportando a la gobernabilidad en COPSERVIR, consiguiendo los siguientes propósitos:

          Mantener un clima de entendimiento con la administración estatal de la Cooperativa encarnada en la Dirección Nacional de Estupefacientes, hoy SAE, y la Superintendencia de la Economía Solidaria;

          Adelantar una política de acercamiento, convicción y mejoramiento de las condiciones laborales, las cuales, comparadas entre los años 2004 y 2015, muestran indicadores de cambio sustancial;

          Interactuar ante las autoridades encargadas de la administración, como entidad con autonomía pero que convoca el interés de los trabajadores – asociados de la Cooperativa.

Finalmente, debe tenerse en cuenta que frente a la ausencia de representación en la personalidad jurídica de la Cooperativa, causada por el proceso de “intervención” que hoy subsiste, es el SINDICATO ASOCOPSERVIR, la única fuerza viva que en forma masiva tiene la vocación de preservar el trabajo y poner a disposición una entidad con reconocimiento y respaldo que pueda afrontar futuros escenarios que aún subsisten, como consecuencia de la suerte que traiga la sentencia del proceso de extinción del dominio. En forma concreta, es Asocopservir, la entidad que ante la imposibilidad de la Cooperativa para asumir su asistencia dentro del proceso, procedió a contratar los abogados y recursos necesarios, para la defensa en el proceso de extinción de dominio, encargándose además del recaudo, administración y cargas fiscales que implica la contratación.

ASOCOPSERVIR convoca a sus asociados a seguir creyendo en la institucionalidad de su SINDICATO, haciendo un llamado a los trabajadores que aún no se han afiliado, a hacerlo, pues la unión de todos será la herramienta eficaz para el logro de los fines laborales comunes.

ASOCOPSERVIR

JUNTA DIRECTIVA NACIONAL

Asocopservir
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